Le Corbusier: «Curutchet»
Hablamos de una película que tiene como protagonista principal, junto a una gran pareja de actores, a una casa. No se trata de una casa cualquiera. Es la casa Curutchet, en adelante «La CASA», la única edificación de Le Corbusier en La Plata, Argentina, de 1954, y tiene un papel principal en la historia que cuenta el premiado film «El hombre de al lado» ( Duprat y Cohn, 2009 )
Todo empieza con el irritante sonido de unos golpes, en medio de una relajante tarde de dos amigos, mientras escuchan jazz en La CASA. Uno de ellos es Leonardo, diseñador industrial de éxito, casado y con una hija adolescente, con quienes habita en La CASA. Muy pronto veremos que su matrimonio hace aguas, muerto por la costumbre, y que no tiene posibilidad de comunicación con su hija, que se niega sistemáticamente a escucharlo. Solo que él no parece verlo. Él vive en una casa mítica, impoluta, donde el silencio es norma, y donde, al asomarse cada día a la ventana, ve a gente mirando, estudiando, haciendo fotos a esa fachada. Están por tanto ambos, Leonardo y La CASA, acostumbrados a ser mirados con admiración y respeto. Pero, sin embargo, estos dos espacios-museo que son Leonardo y ese escenario, son «violados» por Víctor, el vecino, con su ventana. El vecino que ha irrumpido en La CASA y en la vida de Leonardo es Víctor, un hombre vulgar, tosco, por oposición a Leonardo (tan “cool”). y quiere una ventana en su pisito frente a la parte trasera de La CASA, por donde le entre un rayito de sol. Y eso Leonardo no puede consentirlo.
Puede dejar que miles de personas al año escudriñen su fachada, alarguen su mirada a través de los grandes ventanales acristalados, le vean en su intimidad, pero no soporta la idea de que un vecino vulgar y de una clase sociocultural tan claramente dispareja pueda llegar a verle a través de una ventanuca que dá a su parte trasera.
La negociación con Víctor por la ventana (tapada con un plástico negro, de donde emerge la cabeza de Víctor como si de un parto se tratase), nos muestran la debilidad de Leonardo, su insatisfacción, su falta de entidad. No sabe qué hacer : ¿tapar, asomarse, descubrir, adaptarse? Se dará cuenta entonces de cuál es la verdadera naturaleza de su relación de matrimonio y familiar.
No vamos a contaros cómo acaba este conflicto surrealista a veces, otras tremendamente corrosivo e incómodo, que pone en evidencia y dinamita ciertos usos y comportamientos políticamente correctos de la burguesía argentina o de cualquier otra parte.
Queremos que veáis la película, si es que no la conocíais ya.